Una Relación Un Poco Peculiar
Adriana y su hija Eliza eran ya famosas incluso antes de nacer la pequeña y por supuesto sin tan siquiera pretenderlo. Cuando salían juntas a la calle eran siempre el foco de atención, con sus consiguientes críticas y burlas, y aunque esta madre se las ingenió para siempre proteger a su hija de estos comentarios negativos, la diferencia de edad empezó a hacer mella en ella y poco a poco esos comentarios consiguieron que esta nueva familia de madre e hija, se aislaran cada vez más en casa, evitando las salidas y así los disgustos.
Por Fin Llegó La Paz
Por mucho que Adriana decidiera salir cada vez menos de casa para mantener a su hija al margen, esta situación era cada vez más difícil de sostener porque la pequeña necesitaba aire fresco y aprender a relacionarse debidamente con otros. La niña tenía que ir a la escuela, y el pueblo era muy pequeño. Quizá esto ayudó a que poco a poco el vínculo que tenían madre e hija se hiciera más fuerte, convirtiéndose en algo visible para el resto de vecinos que las veían cada día pasear y relacionarse de manera natural.