Todo el mundo se volvió loco
Aquello era como una escena de una película del fin del mundo o algo similar, había todo tipo de objetos bélicos y cotidianos y todo cubierto de un fango negro muy espeso y toneladas de basura. Todo el mundo comenzó a pararse al pasar y a hacer fotos que pronto se volverían virales en todo el mundo. Nadie se esperaba que bajo las aguas pudiera haber tal cantidad de porquería y tesoros a la vez.

Todo el mundo se volvió loco
Eso no pasaba a menudo
Aquello era algo asombroso sin duda y que no pasaba todos los días en París. Ver el canal de Saint-Martin sin agua no era algo que se pudiese ver todos los días y ver el fondo del canal, el suelo, los tesoros que albergaba, la suciedad, los peces aún vivos era algo asombroso. Todo el mundo hacía fotos y se quedaba mirando largo rato a ver cómo trabajaban los operarios, que de repente, tenían encima un reto con el que no habían contado.

Eso no pasaba a menudo